En el blog pasado escribí acerca de aprovechar la tecnología a nuestro favor, pero te has preguntado, querido lector, ¿cómo podría llegar a jugar en nuestra contra?
La última semana del año es tradición en mi familia (somos 4) pasarla, cuando se puede, de viaje. Semana en la cual aprovecho para reflexionar y planear lejos de la rutina el próximo año. Como supongo que la gran mayoría hacemos. El año 2018 no fue la excepción, y nos fuimos a relajar a un departamento con hermosa vista a la playa en la glorieta de la Diana Cazadora en Acapulco, Guerrero.
Esa semana también la aproveché para matar unos cuantos pendientes, entre los cuales estaba terminar un libro titulado “La imagen de la ciudad” de Kevin Lynch, un estadounidense que dedicó gran parte de su vida (1918-1984) al estudio de las ciudades. Sin abundar mucho en el tema de lo urbano, permíteme ponerte en contexto.
Este libro es un trabajo de investigación publicado en 1960 que por medio de entrevistas a habitantes de tres ciudades muy distintas de Estados Unidos (Boston, Jersey y Los Ángeles), entendiendo que cada persona ve las cosas de distinta manera y que las ciudades están en constante crecimiento, Kevin Lynch identifica los “elementos de la ciudad”: sendas (las calles) y nodos (las conexiones y cruces de calles), bordes (Ríos, Mares, Barrancas, Montañas), mojones (puntos de referencia como los monumentos o edificios identificables ya sean pequeños o grandes) y Barrios o Colonias.
Gracias a la existencia de estos elementos nos podemos ubicar y dirigir con certeza dentro de las grandes ciudades. Esto lo podemos comprobar tratando de ubicar nuestra casa, la cual podría estar en la esquina de Michoacán y Nuevo León (senda y nodo), a una cuadra del Superama (mojón). Y después, para indicarle a un amigo que viene de viaje y se está quedando en casa cómo llegar a la oficina para de ahí irnos a una cena, tendría que subir por Nuevo León (Senda), terminando el Parque España (mojón y borde) dar vuelta a la izquierda en Sonora (senda) hasta llegar al cruce con Durango (nodo). La puerta está al lado del 7 eleven (mojón).
Hoy en día, al utilizar aplicaciones de “navegación” cómo Google Maps y Waze que trazan el camino para llegar a nuestros diversos destinos, provocan que ya no nos fijemos en los elementos que componen las ciudades. En consecuencia, cuando nos quedamos sin megas y no podemos apoyarnos en el celular, sentimos que estamos completamente perdidos al no lograr ubicarnos y mucho menos saber hacia dónde tenemos que dirigirnos, inclusive en caminos que son de nuestra vida diaria, como de la casa al trabajo.
A lo que quiero llegar con todo esto es a darnos cuenta hasta donde la tecnología puede llegar a provocar que dejemos de realizar acciones de la naturaleza humana, como en este caso sería la de observar nuestro entorno. Un entorno que en tiempos del Sr. Lynch, comprendíamos tanto consiente como inconscientemente.
Si eres uno de esos desubicados en la ciudad y por coincidencia siempre tienes la necesidad de sacar el celular para poder orientarte, te invito a empezar a utilizar menos el Waze y empieces a recorrer la ciudad observando sus elementos, probablemente en muy pocos días conozcas nuevos lugares, como un buen restaurante o un gimnasio de crossfit, además de poder ahorrarte unos cuantos megas en tu consumo mensual de datos.
Carlos Gustavo